Los labios y los dientes capturan el alimento y, con la ayuda de los músculos masticadores, comienza la digestión.
Los alimentos ingresan en el tubo digestivo por la boca. Como en la mayoría de los mamíferos, los seres humanos tenemos dos series de dientes. A los primeros, efímeros, se les llama diente de leche. Son 20 y comienzan a salir entre el quinto y el séptimo día de vida.
Los 32 dientes permanentes asoman a partir de los cinco años de edad.
De acuerdo con su forma y su función, se distinguen cuatro tipos de dientes: los incisivos cortan el primer bocado; los caninos desgarran el alimento y los premolares y los molares completan la masticación, triturándolo.
Al mismo tiempo que se mastica, la saliva, ligeramente alcalina, humedece y aporta la primera enzima digestiva (la amilasa salival, conocida también como ptialina) que convierte el almidón el maltosa). La saliva es segregada por tres pares de glándulas salivales: las parótidas, las submaxilares y las sublinguales.
Por último, la lengua, órgano situado en la parte baja de la boca, mezcla el alimento y permite la deglución del bolo alimenticio, que pasa a la faringe.
muy buena introducción para una exposición de S. digestivo
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